el monologo

Algo nervioso estoy. Deben ser los típicos nervios de actor. ¿Y por qué demonios un escritor se reconvierte en actor?. Pues por casualidad, al igual que pasan un 50% de las cosas de la vida. El caso es que el domingo pasado me pasé por el pub Bukowski sito en la calle San Vicente Ferrer de aquí de Madrid y estaban los allí reunidos escuchando relatos. Me gustó lo que vi: la gente en silencio escuchaba a una mujer sentada en un pequeño escenario y que contaba un relato que me gustó, francamente me gustó. Tuve buenos paliques además con gente que allí hábía, osea que estupendo.

Ya sea por lo bien que se estaba allí, o por el cubata que me estaba bebiendo o porque ese día la peña acertó 11 en la quiniela (1,5 euros), pues pasó lo que suele ocurrir en estas situaciones a los escritores de novelas históricas. Me dirigí a la agradable camarera y tras unas pequeñas palabras de presentación, le dije mientras pedía mi segundo cubata:

- Si me dejas, me gustaría algún día leer un relato mío.

Fueron todo facilidades, y ella, que se llama Inés, me dijo que cuando quisiera lo leyese. Así que dentro de unas pocas horas me convertiré en relator, relatista o como se llame todo aquel que a esta noble profesión se dedique. Pero insisto: a pesar de llevar 5 años dando clases sobre barquitos, donde he adquirido un poco de experiencia en cuanto a estar de cara al público, estoy un poco nervioso en esta nueva escuela que me ha salido. A ver qué pasa.

Sobre la temática sobre la que hacer el relato, pensé en hacer una breve presentación sobre mi vida y luego exponer mis sentimientos más íntimos y profundos pues seguramente los oyentes aprenderían mucho sobre los mismos. Este pensamiento afortuandamente sólo me duró 2 minutos, pues rápidamente me decidí por un relato que ha gustado y que no ha sido otro que "el tocapelotas paellero", de hace unas 4 o 5 semanas en este blog.

He intentado mejorarlo, es más grande el relato ahora, y así espero que guste y haga pasar un buen cuarto de hora a los oyentes. De eso se trata. Así que invoco a Faemino y Cansado, Gila, a Rosa María Sardá, a Les luthiers y tantos y tantos actores, presentadores y cómicos para que me iluminen y tenga yo una aceptable actuación. Y lo jodido de todo esto es que yo soy mas bien un tío serio, es más, yo no sé contar chistes: así que no sé cómo reaccionará el público esta noche.

Y mientras pensaba, hacía y extendía el ya conocido tocapelotas, pues se me han ocurrido más relatos. Con uno de temática espacial, en concreto, me despeloto con sólo inventar su guión, así que debe ser bueno. Desde luego dichos relatos no cuestionan la validez actual del pensamiento de kant, entre otros asuntos, sino que como os podéis imaginar son paridas con una única misión: hacer reir a los demás, como mis novelas. En fin, que ya contaré dentro de una semana en mi próxima entrega, que por cierto será escrita el lunes en vez del domingo, y es que espero escuchar carrusel deportivo en un chiringuito allá en la playa....si es que todavía queda algún chiringuito.

Por cierto, un comentario sobre este tema tan delicado de la posible eliminación/sustitución de los citados bares de playa: No quiero pensar nada de lo que puede pasar cuando los Paco y Lola, Desireé y Jhonatan vayan por fin en junio a la playa, después de este invierno tan frío, y encuentren que su chiringuito, su chiringuito de toda la vida, haya desaparecido, y es que un verano sin chiringuito no es verano. No sé, pero si alguien quería promocionar el turismo rural o de montaña, pienso que había otros métodos.

¡¡¡Vivan los chopitos!!!, ¡¡¡Viva el tinto de verano en vaso de tubo!!!, ¡¡¡¡Vivan los WCs cutres y sucios!!!!

Un abrazote
Santi