domingo, 23 de noviembre de 2014

la rutina

Hola amig@s, buenas tardes y espero que te haya ido bien esta semana.


Lo mas destacado de esta semana ha sido que he estado un finde estupendo en Piedralaves con amigos y ha sido muy bueno. Lo único a  destacar es que tengo que aprender a asar castañas en la chimenea, ardua misión, pues se me queman o me quedan durísimas. Tanto tiempo que me tuvieron en escuelas navales encerrado aprendiendo aquello del desfilar y otras cosas, ¡y no me enseñaron a asar castañas! Imperdonable.


Realmente creo, que lo de asar castañas sirve y bastante, en especial en una noche de chimenea, pero desfilar tengo mis dudas.


Los hay que afirman que el "orden cerrado" de las formaciones, llevando el paso, con los "chopos" perfectamente verticales, aquel "clavar tacón", y tras horas y horas de ensayo, crean espíritu de brigada, une a sus miembros y se forma una "piña" en el grupo, resaltando el concepto de compañerismo, y además, incluso resulta vistoso en los desfiles por las calles de la ciudad.


Yo creo que es una pérdida de tiempo. Sin más. Que el oficial o el soldado, lo que tienen que hacer es aprender a ser más inteligente que el enemigo, y a ganarle las batallas, y así, desfilando, no se aprende un carajo. 
No es que me oponga, sino que en mi opinión, es perder el tiempo, pero bueno, he perdido tanto el tiempo en mi vida, que por haberlo perdido un poco más, no pasa nada.


Pues sí, he perdido mucho tiempo. Es de lamentar.
De pequeño, bueno, de adolescente, solía estar y disfrutaba, tirado en un sillón con los pies colgando por sus brazos y relajado todo el cuerpo, fumando pitillo tras pitillo. Así me pasaba horas y horas. ¿En qué pensaba? creo que en nada, en clara actitud "pasota", y viendo pasar el tiempo. Eso sí que era perder el tiempo, y ojalá me hubiese dedicado a hacer deporte en vez de estar tirado así. Pues fíjate tu que considero más productivo este tiempo perdido que el pasado en lo del desfilar. Si al menos me hubiesen enseñado a asar castañas...


Pero lo del desfilar tenía una cosa buena y es que cantábamos entre paso y paso.


Que si la "Madelón", que si "adoremos y ensalcemos al caimán" , etc, y con aquellas canciones te olvidabas que al día siguiente tenías un examen de "aparatos auxiliares", que era lunes y llovía, que te iba a quedar alguna para el verano, y eso que ¡Fueron tantas las noches que me levanté para estudiar!. Realmente, hay veces que no comprendo como terminé con aprovechamiento mis estudios en la Escuela Naval Militar de Marín donde cursé mis estudios. Bueno, en realidad, no sé como luego fui submarinista o hidrógrafo. Misterios sin resolver.


No sé, sobre esto de los uniformes,  estoy muy orgulloso de haber sido marino, pero mas bien creo que debí haber sido periodista o maestro. Quizás hubiera sido más sencilla mi vida.


Pero que me quiten lo bailao. Ahora estoy encantado con lo que soy, y eso...no tiene precio en la vida. Eso es realmente lo importante de la vida: esta contento con lo que uno hace. Si lo consigues: genial


¿Y como va mi novela de Malasaña 98.6?


Viento en popa. Termino esta semana la corrección y pasa a la editorial. Estoy muy ilusionado, pues las dos críticas que tengo son buenas.


Bueno, pues no largo más ladrillos por hoy. Que tengáis buena semana, comprar por favor algún cupón de la ONCE que es muy bueno y hasta la próxima semana.


Besos y abrazotes
Santi


 



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