lunes, 21 de marzo de 2016

Lunes santo

Hola a todos y buenas noches: es bueno contentarse con poca cosa, y yo lo hago habitualmente, y disfruto con ello. Es más, incluso con el reintegro de la primitiva soy medianamente feliz.
El caso es que en la página de amazon
https://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_ss_i_1_13?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias%3Dstripbooks&field-keywords=santiago+iglesias+de+paul&sprefix=santiago+igle%2Cstripbooks%2C162


se dice hoy que mi novela "el marino que cazaba lagartos" se halla en el puesto 8876 de las más vendidas. ¿Qué significa eso? poca cosa, puede ser que haya vendido una o dos más los últimos días, pero estaba mucho más atrás en el ranking, y me hace mucha ilusión adelantar puestos y así, mañana lo celebraré con mi novia. Es bueno esto del celebrar. Aquí en España somos verdaderos profesionales. Todavía me acuerdo del 12 a 1 a Malta...

Porque me inundaron durante toda mi vida con las listas, esa es la verdad. La lista de los más votados, de los más vendidos, del puesto en el escalafón, de los programas con más audiencia...siempre dando clasificaciones, qué pesados. Menos mal que los amigos no se clasifican. Nunca he recibido un whatsapp anunciándome que mi amigo Pepe tiene la desgracia de comunicarme que me caigo de la lista y paso de ser el amigo número 7 para bajar al puesto 53. ¿Te imaginas algo así?

Ya lo estoy viendo: "lo siento, sólo tomo cañas con mis 15 mejores amigos, y tú andas por el puesto 24. Ánimo majete, y llámame más".
En fin, que afortunadamente no hay una clasificación entre los amigos, pero eso sí: todo el mundo tiene sus 2 o 3 amigos preferidos, con los que te sinceras y pobre de aquel que no los tenga. Son ellos, los amigos, los que realmente merecen la pena, son ellos con los que te confiesas y te ríes y lloras. Son a los que hay que cuidar sin olvidarnos del resto.

¿Estoy defendiendo el amiguismo? No, en absoluto. Estoy defendiendo algo impresionantemente maravilloso como es la amistad. El amiguismo es una calamidad, porque se define como la tendencia a favorecer a los amigos, pero...en perjuicio de otras personas. Maldito amiguismo que ha inundado este país a todos los niveles. Creo que sabes a qué me estoy refiriendo.

En fin, que si ejerces la amistad en vez del amiguismo, pues entonces enhorabuena, y un consejo: cuida a tus amigos, que más que ser ellos la sal de la tierra, son así como los centollos cocidos del mar engullidos con botellas de albariño y con tarta de chocolate de postre. Uhmmm, ¡que ricos: con Albariño!. Se nota claramente que estoy de nuevo a dieta. Bueno, que me despisto, un secreto para terminar de hablar de los amigos: no se lo contéis a nadie, pero tengo una lista con mis mejores amigos y la verdad es que no los clasifico en orden de preferencias, pero todo sea dicho, me los pongo a contar y cuento 22. (Si, Luis, tu estás) Ni más ni menos. ¡Qué barbaridad, 10 más que Jesús de Nazaret! y mira lo que le hicieron...

Pues eso, que estamos en Semana Santa y es una magnífica ocasión para reflexionar. Quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos y todo eso. Unos lo harán  mediante el sentimiento religioso y otros sin él, pero sea cual sea la postura y actitud en estas fechas, ojalá que nadie se meta con el sentimiento religioso de los miles de creyentes. Creo que respetar es una de las principales virtudes  del ser humano, y el respeto no acaba de imponerse en esta sociedad.

Bueno, mañana llamo a algún amigo de los 22. No lo dudes: escribe tu lista de amigos y a ver cuántos te salen. A lo mejor no sirve para nada esta lista, pero te lo pasarás genial recordándolos a todos.

Besos y abrazotes y por favor, seguir comprando cupones de la ONCE, que es cosa buena.
www.jmediciones.com
Santi
PD: ¿Donald Trump, tiene amigos?

 









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