domingo, 12 de marzo de 2017

Días de paz

Realmente no sé con seguridad la relación causa - efecto, pero me sorprende que desde que está Donald Trump a los mandos de la nación americana, la bolsa ha subido una barbaridad.

Posiblemente sean casualidades, tal vez extrañas coincidencias, pero ahí está el dato, y los que invierten en el IBEX ,sean admiradores o detractores del Trump, estarán encantados con los resultados. Yo me alegro por ellos, pues parece ser que si la bolsa va bien, todos hemos de alegrarnos y se despejan los nubarrones, pero me queda la duda de si las clases bajas y medias se han de alegrar con estas subidas del "selectivo". Realmente no lo sé. De momento, lo único que aprecio es que sube un huevo el IPC mensual.

Pero bueno, dejemos a Trump y a las bolsas y centrémonos en lo cotidiano, en el día a día, que puede ser así como más divertido.

Mañana presento la novela, mi última novela "la orquesta mil maravillas". www.avantpressediciones.com   Todo preparado y con la esperanza de que salga bien y la gente disfrute. Reúno a unas 100 personas y espero estar a la altura. Lamento sólo invitar a unas cervecillas. No hay dinero para más. En mis primeras presentaciones era más espléndido, como alguno me ha recordado alguna vez, pero si uno gasta más de 5 euros en cada invitado, resultan unas cantidades de dinero tan elevadas que hay que vender cientos de novelas para amortizarlo, y no es el caso.

¿Y expectativas de la novela? Bueno, con el tiempo uno pone los pies en el suelo, y ya no sueña con grandes éxitos editoriales, pero...la esperanza es lo último que se pierde y siempre uno espera llevarse una alegría con su novela. Con que guste a alguno, ya me llega, si gusta a la mayoría me hará feliz.

Divino momento el de la noche previa a la presentación. Algo parecido le debe de pasar a la novia el día antes de la boda,al caballero medieval antes de la batalla, y al jugador de la ONCE en los momentos previos al sorteo. Ilusión. Ilusión a raudales.

Pero no sólo de presentaciones vive el hombre...

Me he pasado el fin de semana en Piedralaves, con Ana, y vengo encantado. ¡Qué bueno es tener un pueblo donde perderse!. De las mejores herencias que pudieron dejarme mis padres: un pueblo al que querer. Dos días estupendos. Noches de bodeguilla y taberna de Merche, hablé con mis amigos Paco y Carmen músicos, luego comida exquisita con amigos. La fabada estuvo genial, y buen palique y en definitiva estar contentos y a gusto. Es en estos momentos, cuando uno pone las noticias de la tele y sólo puede decir: no tengo ningún derecho a quejarme. Somos unos privilegiados. Y que sea malnacido el que quiera romper estos días de paz.

Pues eso, a ver que tal sale mañana el invento. De esta no me forraré, pero a lo mejor conozco mejor a mis amigos y nos reímos. Uhmmmmm la amistad. Qué buena cosa.

Seguir comprando por favor cupones de la ONCE, que es cosa buena y hasta la próxima semana. Que lo paséis genial
www.jmedicones.com
www.avantpressediciones.com






 


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